Era el pez con mejores caderas
del mar del deseo
se dejaba achuchar por cualquiera
(Incluyéndome a mí)
sus palabras decían de memoria
lo que dicen todas,
sus pupilas contaban historias
para no dormir.
Yo era el último mono, un innoble
mirón solitario
en las bodas algún pasodoble
de suelto ni hablar
el perfume tabú de Chanel
y el cubata de Larios
no se suelen buscar un motel
cuando cierran el bar.
Porque siempre hubo clases y yo
soy el hombre invisible
que una noche soñó un imposible
parecido al amor.
Porque el mundo es injusto, chaval
pero si me provocan
yo también sé jugarme la boca
yo también sé besar
Compartimos la misma toalla
distintos sudores
todavía quedan islas con playas
color azafrán
fui su medio limón, su chéri,
su peor latin lover,
su lección de francés, su desliz,
su comme ci, su comme ça.
Pero un día retiraron las mesas
y hasta otro verano
las mejores promesas son esas
que no hay que cumplir
y "viajeros al tren, que nos vamos",
se escucho lontano
"Nene, pórtate bien, au revoir,
buena suerte en París"
Porque siempre hubo clases y yo
no doy bien de marido
otra vez a perder un partido
sin tocar el balón.
Porque el mundo es injusto, chaval
pero si me provocan
yo también sé jugarme la boca,
qué te voy a contar
Joaquín Sabina